Vacaciones silenciosas: ¿qué son y qué las originan?
Existe un fenómeno que ha comenzado a tener mayor visibilidad en los centros de trabajo y que se presenta tanto en modalidades de empleo remoto como híbridos y presenciales: las vacaciones silenciosas.
¿En qué consiste este fenómeno y qué lo causa?
Las vacaciones silenciosas se dan cuando un colaborador se toma tiempo libre dentro del horario laboral sin notificarlo o solicitarlo a sus encargados.
Este comportamiento refleja un cambio en las personas trabajadoras, quienes priorizan su bienestar al gestionar sus actividades frente a la presión laboral.
¿Cuáles son las razones?
Según un sondeo realizado por OCC en México, el 45% de las personas señala la falta de flexibilidad laboral como el principal motivo. La imposibilidad de equilibrar la vida y el trabajo puede generar agotamiento y desmotivación, lo que lleva a algunos colaboradores a buscar maneras informales de descansar y recargar energías.
Además, el 34% indica que los entornos laborales disfuncionales fomentan este comportamiento, pues la falta de apoyo por parte de líderes para otorgar vacaciones formales, la presión constante y la ambigüedad en las políticas de descanso impulsan a las y los empleados a buscar formas alternativas de obtener tiempo libre.
El 12% afirma que la dificultad para desconectarse, debido a la mala gestión del trabajo y un liderazgo deficiente, también contribuye a esta práctica.
Finalmente, el 9% menciona que la inseguridad laboral es un factor clave para recurrir a las vacaciones silenciosas. En algunos casos, temen que al tomar vacaciones formales puedan ser percibidos como poco comprometidos, lo que los impulsa a ausentarse de manera no oficial para no arriesgarse.
El panorama en México
OCC indica que el 40% de las y los profesionales sondeados no ha recurrido a las vacaciones silenciosas para tomar tiempo libre de su trabajo. Las personas comentan que esto se debe a que no tienen la posibilidad de hacerlo, o bien, no tienden a aplicar esta práctica porque consideran que no es necesario llegar a esto y afectar o poner en riesgo su trabajo.
Sin embargo, el 24% admite haberlo hecho en algún momento para lidiar con situaciones derivadas del trabajo, como la fatiga o el exceso de responsabilidades.
En muchos casos, consideran que las vacaciones silenciosas no son un acto de irresponsabilidad, sino una forma de sobrellevar la presión laboral y cuidar su bienestar.
El 21% aún no ha utilizado esta estrategia, pero le gustaría hacerlo.
El 15% ha recurrido a las vacaciones silenciosas en contadas ocasiones, cuando no han recibido el apoyo necesario de sus líderes para gestionar problemas personales o urgencias familiares, lo que los llevó a tomar tiempo libre sin avisar.
Adicionalmente, hubo en el sondeo quienes señalaron esta práctica como un pretexto para simplemente no atender sus responsabilidades.
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Algunas recomendaciones
Tania Hernández, directora de Cauma, brinda recomendaciones a tomar en cuenta para impulsar el bienestar de las personas y mejorar la experiencia del empleado.
La especialista sugiere la aplicación de encuestas internas, para identificar los principales retos en temas de bienestar, y el diseño de estrategias personalizadas. Estas herramientas permiten detectar factores de estrés, insatisfacción o áreas de mejora, lo que facilita priorizar acciones específicas.
Fomentar el equilibrio entre vida laboral y personal es otro de los puntos. Esto puede lograrse mediante la implementación de jornadas flexibles, que reduzcan los tiempos de traslado o permanencia prolongada en la oficina.
Según Hernández, este tipo de prácticas no solo contribuyen al bienestar sino que también incrementan la productividad y compromiso.
También resalta el fortalecimiento del liderazgo positivo. Capacitar a las y los líderes en habilidades blandas, como inteligencia emocional y comunicación efectiva, permite crear entornos de trabajo colaborativos y confiables.
Estas prácticas ayudan a reducir conflictos, mejorar la cohesión del equipo y generar un impacto positivo en el clima organizacional.
Además, propone incluir actividades recreativas, programas de educación financiera y acceso a servicios de salud mental, abordando diversas dimensiones del bienestar y generando beneficios tanto individuales como colectivos.
Por ejemplo, al reducir los índices de estrés y fomentar una cultura de cuidado, las empresas pueden minimizar el ausentismo y mejorar el desempeño de sus equipos.
La aparición de las vacaciones silenciosas plantea nuevos retos para las organizaciones en México, que deberán evaluar si sus esquemas actuales de gestión del tiempo, descanso y liderazgo responden a las necesidades reales de sus equipos. Atender las causas que originan esta práctica podría contribuir a mejorar la productividad, la retención de talento y el bienestar de sus colaboradores.

