Plantean regular riesgos psicosociales en la LFT
Ante el creciente reconocimiento de los efectos del entorno laboral en la salud mental de las personas, senadores han propuesto una reforma a la Ley Federal del Trabajo (LFT) para regular los factores de riesgo psicosocial en los centros de trabajo.
La iniciativa busca establecer nuevas obligaciones para empleadores y prohibiciones específicas que contribuyan a la prevención de trastornos mentales relacionados con condiciones laborales adversas.
En este blog te explicamos de qué trata y cuáles serían las nuevas regulaciones en caso de aprobarse.
La propuesta
La propuesta presentada en el senado busca prohibir prácticas que afecten el bienestar de colaboradores como cargas laborales excesivas, disponibilidad permanente y mecanismos de vigilancia excesiva, con el objetivo de prevenir afectaciones a la salud mental de los empleados.
El proyecto plantea que la LFT reconozca los factores de riesgo psicosocial, sus consecuencias y medidas de prevención.
Actualmente, la legislación no contempla una regulación específica, aunque en 2023 se actualizó la tabla de enfermedades de trabajo para incluir trastornos mentales derivados de la exposición a estos riesgos. Además, desde 2020 está vigente la NOM-035, norma enfocada en la detección y prevención de riesgos psicosociales en los centros laborales.
Según la exposición de motivos, la NOM-035-STPS-2018 establece medidas para identificar, analizar y prevenir los factores de riesgo psicosocial en el trabajo, pero su aplicación no es obligatoria en todos los casos ni contempla sanciones específicas.
La LFT tampoco reconoce de forma explícita la salud mental como un derecho laboral ni establece obligaciones puntuales para empleadores en materia de protección psicosocial.
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Las nuevas obligaciones
Con los cambios propuestos, las empresas tendrían la obligación de prevenir y atender los factores de riesgo psicosocial, así como implementar programas de evaluación y promoción del bienestar mental.
La iniciativa contempla nuevas disposiciones para las organizaciones, como:
Evitar cargas de trabajo que excedan la capacidad del trabajador.
Que no se niegue el acceso a programas de prevención y atención de riesgos psicosociales.
Respetar el derecho a la desconexión digital fuera de la jornada laboral.
Evitar mecanismos de control laboral que impliquen vigilancia excesiva, seguimiento digital sin consentimiento o prácticas que generen presión psicológica constante.
Además, el proyecto propone que las condiciones laborales incluyan medidas para la evaluación, prevención y mitigación de riesgos psicosociales, con el fin de proteger la vida y la salud de las y los trabajadores.
La reforma también contempla cambios a la Ley del Seguro Social para que el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) cubra tratamientos de enfermedades mentales y afectaciones psicosociales relacionadas con el trabajo, incluyendo terapias y medicamentos.
La iniciativa fue turnada a la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado para su análisis.
Factores de riesgo psicosocial
De acuerdo con la NOM-035, los factores de riesgo psicosocial son elementos del entorno organizacional que pueden generar trastornos como ansiedad, alteraciones del sueño o estrés grave, derivados de la naturaleza del puesto, la jornada laboral, eventos traumáticos severos o actos de violencia en el trabajo.
Entre estos factores se encuentran condiciones peligrosas o inseguras en el ambiente laboral, falta de control o autonomía en el trabajo, sobrecarga de trabajo, jornadas laborales extensas, interferencia entre el trabajo y la vida familiar, malos liderazgos, conflictos, entre otros más.
En la actualización de la tabla de enfermedades de trabajo en 2023 se incorporaron trastornos mentales como el estrés laboral, la ansiedad, la depresión y el trastorno no orgánico del sueño, lo que fortaleció la aplicación de la NOM-035 como una medida de anticipación.
La propuesta legislativa busca reforzar el enfoque preventivo en materia de salud mental laboral y reconocer la necesidad de un marco jurídico que garantice entornos de trabajo seguros, tanto física como emocionalmente.
De ser aprobada, establecería nuevas responsabilidades para empleadores y aumentaría la cobertura institucional en el tratamiento de enfermedades derivadas de riesgos psicosociales.
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Con información de El Economista
