Hiperconectividad y salud mental: efectos y cómo enfrentarla
La digitalización y el teletrabajo han modificado la forma en que se desarrollan las actividades laborales, impulsando nuevos modelos de productividad y colaboración.
Sin embargo, también han traído consigo desafíos relacionados con la salud mental que hoy obligan a las empresas a revisar sus políticas de bienestar y desconexión digital.
Estrés y agotamiento por la hiperconectividad
De acuerdo con la consultora Betterfly, el 75% de los empleados en México enfrenta los efectos de la hiperconectividad, lo que ha incrementado los niveles de estrés, ansiedad y depresión.
La falta de límites entre la vida personal y profesional se ha convertido en una de las principales causas de este deterioro.
“Estar siempre conectados no equivale a ser más productivos. El reto está en aprender a utilizar la tecnología a nuestro favor, con políticas claras de desconexión y espacios seguros que protejan la salud mental de los equipos”, señala Lina Vanegas, directora de marketing de Betterfly.
La hiperconexión se refleja en prácticas como responder mensajes fuera del horario laboral o atender correos en horarios de descanso. Estas conductas, lejos de mejorar el desempeño, generan agotamiento progresivo.
Bienestar como estrategia organizacional
Los programas de salud mental dentro de las empresas no solo ayudan a reducir el desgaste laboral, también pueden representar una ventaja competitiva.
Según la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y la Organización Mundial de la Salud (OMS), las empresas que invierten en bienestar emocional pueden aumentar su productividad hasta en 40% y disminuir casi 50% el ausentismo.
En contraste, la falta de estrategias se asocia con errores frecuentes, menor concentración, irritabilidad y aislamiento. Cifras de Betterfly indican que 6 de cada 10 empleados remotos se sienten solos y desconectados, lo que afecta la cohesión de los equipos y la motivación individual.
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Claves para promover el bienestar laboral
Expertos coinciden en que la tecnología no es el único factor para lograr un equilibrio. La cultura organizacional juega un papel determinante para que los programas de bienestar sean efectivos. Si la alta dirección no participa activamente, las iniciativas pueden perder impacto.
“La salud emocional ya no es un beneficio opcional, sino un deber ético y legal para las organizaciones. Las empresas que lo entienden no solo cuidan a sus colaboradores, también fortalecen su sostenibilidad y competitividad”, subraya Vanegas.
Entre las recomendaciones destacan la aplicación de encuestas de salud ocupacional y la implementación de protocolos de intervención temprana para identificar casos de estrés o ansiedad, siempre bajo políticas de confidencialidad que generen confianza en los colaboradores.
Por su parte, Tania Hernández, psicóloga y directora de CAUMA, señala que las empresas deben equilibrar los avances tecnológicos con la eficiencia operativa.
El entorno actual demanda estructuras ágiles capaces de adaptarse a los cambios constantes. Para ello, sugiere analizar los organigramas y verificar si las estructuras existentes responden a los retos presentes y futuros.
Asimismo, destaca la importancia de fortalecer el liderazgo, fomentando una cultura de confianza y comunicación efectiva. Propone adoptar un liderazgo situacional que permita mayor flexibilidad y decisiones adaptadas a las circunstancias.
También recomienda impulsar la formación continua mediante plataformas digitales y metodologías innovadoras, así como el uso de herramientas de análisis de datos (People Analytics) para identificar tendencias y tomar decisiones informadas sobre la gestión del talento.
Las empresas que integren estas estrategias podrán afrontar los desafíos con un enfoque más equilibrado, que combine eficiencia, calidad de vida y sostenibilidad.
Adaptar la cultura organizacional y promover el bienestar emocional se ha vuelto esencial para construir entornos laborales más humanos, productivos y resilientes.
¿Tu empresa está tomando acciones para evitar la hiperconectividad de tu equipo?
Con información de El Economista
